Investigando katuava en el cerrado de Mbaracayú
El cerrado de Aguara Ñu es un ecosistema particular. Forma parte de las 19 comunidades naturales que pueden encontrarse en la Reserva Natural del Bosque Mbaracayú. Son característicos de este paisaje los suelos más arenosos que el de los bosques, con una amplia composición florística: plantas de raíces y tallos ásperos y gruesos, de bajo y mediano tamaño, que han aprendido a sobrevivir: se han adaptado a las temperaturas extremas de las heladas e incendios naturales a lo largo del tiempo. Así lo explicó la bióloga botánica Claudia Rolón, coordinadora del programa de investigación y conservación de la Fundación Moisés Bertoni.
Este cerrado posee una alta diversidad biológica, con un número significativo de plantas que han sido históricamente de uso medicinal. Una de las especies que destacan en él, es la conocida popularmente como katuava. Claudia es la directora de proyecto de un equipo interdisciplinario que estudia esta especie, siendo la investigadora principal, Rosa Degen, en conjunto con Yenny González, Ever López Grau, Mirtha González, Sara Núñez y, de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad de Asunción. Se trata de la Caracterización farmacognóstica de las hojas y composición nutricional de los frutos de las especies empleadas, PINV01-620.
La Fundación, a través de sus áreas protegidas, ofrece la posibilidad de acceder a las especies a investigar, mientras que la facultad de Ciencias Químicas cuenta con el grupo de investigadores que ya tienen una línea de investigación sobre plantas medicinales en Paraguay.
¿Por qué estudiar plantas de katuava?
El nombre científico de la katuava es Psidium grandifolium. Pertenece a la misma familia de las guayabas (Myrtaceae): sus pequeños frutos, se ven como guayabas en miniatura (son incluso más aromáticos que esta) y su tallo superficial y hojas tienen la capacidad de rebrotar de los tallos subterráneos luego de incendios. Sus atribuidas propiedades energizantes e incluso anticoagulantes son popularmente mencionadas en el “boca en boca” y es altamente requerida por la industria yerbatera como ingrediente de la yerba mate industrializada.
Pero al conocerse solo por el nombre común y características físicas muy generales, se da el caso de que varias especies pueden ser denominadas y empleadas bajo el mismo nombre común, dificultando su identificación real. En este proyecto, la planta es estudiada científicamente por segunda vez por el equipo investigador, mediante el financiamiento del Conacyt.
Además, investigarla también puede encaminar su conservación. “La katuava es una especie que está en grado de amenaza en Paraguay, ese fue uno de los motivos por el que empezamos a estudiar esta planta, que también se la utiliza en la medicina tradicional”, menciona Rolón. Esta especie nunca fue “domesticada”, es decir, extraída de su hábitat para ser cultivada mediante la aclimatación, adaptándola a condiciones ajenas a su hábitat natural o acondicionando un entorno artificial para su crecimiento.
En peligro de extinción
Claudia Rolón recalcó que existen varios criterios para determinar la amenaza de una especie; varios de ellos hacen que cobre sentido que la katuava se encuentre en un determinado grado de peligro: “Uno de los criterios es la densidad poblacional: la cantidad presente de acuerdo al área en la que una especie habita. Otro criterio es la amenaza directa que pueda estar identificada, como lo es la extracción en el caso de la katuava. Luego, el criterio de la asociación: se trata de la relación que existe con una especie y otra especie que garantiza su ciclo de vida. Así también, el valor ornamental o alimenticio. En base a eso, se consensua el estado de amenaza”.
En general, las plantas medicinales empleadas en nuestro país, tanto en entornos rurales como urbanos, son obtenidas directamente de su hábitat natural, muy pocas provienen de cultivos o se consumen con algún procesamiento industrial: las industrias recurren muchas veces a acopiadores para contar con el recurso. En el caso de la especie Psidium grandifolium, esta ya se encontraba en el listado de la categoría de peligro de extinción principalmente por la extracción. Pero esta planta necesita las condiciones que le da el suelo específico del cerrado, por lo tanto, su aclimatación para el cultivo todavía cuenta con muchas dificultades y desconocimiento, haciendo más crítica su extracción.
El proceso de trabajo
Para poder cerrar los ciclos de investigación de plantas medicinales, primero es necesario identificar un uso tradicional, luego, la identificación de las especies, y finalmente, la caracterización de las mismas mediante estudios en el laboratorio.
El equipo ya realizó dos viajes para el trabajo de campo: se trata de georreferenciar cada ejemplar de Katuava en su hábitat, y en cada visita, monitorearlos, describirlos y extraer hojas para su análisis en laboratorio, lo que se denomina caracterización morfoanatómica, a realizarse en el microscopio. Fueron referenciadas 16 plantas en el cerrado de Aguara Ñu de la RNBM.
Durante el trabajo de campo, se encontraron distintas variaciones en el crecimiento de las hojas identificadas de katuava, que tiene una raíz profunda, que ronda los 100 cm. Esta raíz desemboca en lo que, en la superficie del suelo puede aparentar ser dos plantas, cuando en realidad se trata de una. Las variaciones morfológicas (es decir, la forma de las partes de la planta) se vieron principalmente en las hojas, tanto en ejemplares distintos, como de plantas aparentemente separadas que compartían una misma raíz.
¿Por qué ciertas plantas desarrollan hojas distintas en su mismo cuerpo? ¿qué indican las variaciones sobre la química de la planta? El equipo buscará responder estas y otras preguntas en el laboratorio: con el material vegetal identificado correctamente, la investigación proveerá información a los laboratorios de control de calidad y a los laboratorios que preparan medicamentos o infusiones a base de plantas, y no menos importante, generar alternativas a la extracción, fomentando su conservación.
Fuentes complementarias:
Atlas histomorfológico de katuava, Psidium grandifolium DC. (MYRTACEAE) Y SUS VARIANTES MORFOLÓGICAS, 2021.
Plantas Nativas del Cerrado de Aguará Ñu, Reserva Natural del Bosque Mbaracayú, Paraguay, 2017.